lunes, 24 de agosto de 2009

Sin título

Fueron días intensos los que siguieron al 20 de julio, pero hay momentos y palabras, sobre todo palabras, que quiero guardar para mi. Y si, tus dedos finalmente quedaron marcados en mi cuello y en la pared, tenías razón, no fue un chiste, simplemente una manera torpe de asimilar las cosas. Y me cuelgo mirando el cartel de despacho urgente y a las seis letras que están mas arriba y así me siento, aunque seamos infinitas posibilidades mis ganas no valen nada sin las tuyas. No fue largo el cuento.
De repente me invade una sensación rara, nueva, en la que puedo reconocer a cada una de las terminaciones nerviosas de mi cuerpo exigiendo tu abrazo, pese a todo los ojos rojos no aparecen. Y la respuesta a esa pregunta me devuelve a la realidad golpeándome como un martillo, dejándome arrasada, yo que creí dejar atrás las utopías.

Después de vos, 21 de agosto