viernes, 13 de junio de 2008

Un poco de Fe

Es injusta, dijiste. Y ahora, más que nunca, la vida agoniza.
La vida te quito las ganas, la muerte la encontró sentada cuando
un alma discapacitada presiono el gatillo. Ironía. Ironía hecha vida.
Las entradas siguen agotadas y todos quieren llegar, mientras tanto aquí en la Diagonal algunos sueñan sobre fríos cartones que les regalan un abrazo y que en el susurrar de tus labios escuchan que el miedo pronto desaparecerá. Fe. Quién pudiera regalarme un poco de Fe.
La verdad, lo bello y lo bueno, ¿dónde habita? Será que en días como éstos en mi mundo sensible sólo veo imperfección y a ese tipo especial de hombre en los que todos se quieren convertir, ese que nos condena y me estremece, ese hombre que nos asusta, nos engaña, ese que nos convierte en ciegos. Será que ahora siento, ya no puedes persuadirme.
Y las ruinas de la periferia gritan con sordos ruidos que te levantes, que sigas a su lado y transformes su destino. Y ahora que todavía invaden sus caminos te encuentra y siente su poder. Oscuros fantasmas acecharan tus sueños y cada una de las muertes que tus actos provocan te quitarán la paz y la esperanza de las madres no bastara para alimentar a aquellos niños que no debiste abandonar.
¿Y me pregunto por qué será?
Será porque durante toda la noche estuviste en mis sueños.
Será que de un tiempo a esta parte los días amanecen más cansados.
Será porque te extraño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caro. Me encanta como escribis!!!!! Te adoro. Jor.